El 4 de septiembre del 2024, Kevin Cabezas fue protagonista de uno de los episodios más estremecedores que recuerdan los aficionados de Liga Deportiva Alajuelense.
Durante un duelo ante Escorpiones por el Torneo de Copa, el mediocampista sufrió una entrada brutal de Keyshawn Hurtado que terminó con una fractura de tibia y peroné. La imagen quedó grabada en la retina de la afición rojinegra, mientras que para el jugador significó iniciar un calvario que lo obligó a seis meses de recuperación.
La Liga lo respaldó durante el proceso de rehabilitación, pero al final Alexandre Guimaraes decidió no contar más con él en su planificación, y Cabezas salió del club. Su destino fue el Sarchí FC, equipo satélite de los rojinegros en la Liga de Ascenso.
Kevin Cabezas regresó al Morera Soto
El pasado sábado, Cabezas volvió a pisar el césped del Alejandro Morera Soto, aunque esta vez vistiendo la camiseta del cuadro que dirige José Miguel Cubero, que derrotó al Inter San Carlos por 2-0 en La Catedral.
Tras el encuentro, el ex volante manudo no ocultó su emoción y compartió un mensaje en sus redes sociales que dejó ver lo especial que fue este regreso: “Casi un año después de la lesión tuve mis primeros minutos reales y sin molestias que me limiten jugar libremente, gracias a Dios“.
“Estamos de vuelta. Con más fuerza, más ganas y con mi motivación más grande conmigo (en referencia a su hijo). De la mano de Dios y mi familia con mucho futuro por delante”, escribió en Instagram.
Cabezas no se olvida de la Liga
Aunque hoy viste otros colores, Cabezas sigue teniendo a Alajuelense en el corazón. Lo confesó sin filtros a principios de este año en una entrevista con Tigo Sports: “Me veía muchos años defendiendo al club, siempre he sido de la Liga, toda la vida”.
Por eso, aunque el golpe de tener que marcharse aún le duele, no cierra las puertas a un posible regreso. El mediocampista todavía sueña con volver algún día al club de sus amores.