La vida se trata de momentos. El día a día fluctúa, no se estanca. Una jornada puede ser histórica y soñada; la otra, propia de una pesadilla. Esa radical transición existe también en el deporte, en donde se acentúa y manifiesta en futbolistas de todos los estirpes.

Roberto Domínguez sabe de esto. Hasta hace una semana, los diarios de todo El Salvador hablaban de él. De aquel cuscatleco que iba a ser el primero, al menos en hombre, en jugar la Copa Libertadores.

Si bien aquella noche pasó sin pena ni gloria para el, a raíz de una correcta actuación en la defensa del Bolivar aunque con una mano suya que devino en penal en contra, ayer pasó un tortuoso día, al ver la roja en un compromiso por la primera división boliviana.

Fue expulsado a falta de 5 minutos para el final, cuando su equipo igualaba 1-1 como visitante ante Always Ready. Sin embargo, los dueños de casa aprovecharon el hombre de más y terminaron llevándose el duelo 120 segundos después de verse en ventaja numérica. Para postre, la institución donde milita el centroamericano perdió la punta. Borrón y cuenta nueva, Roberto.