Diego Vázquez, entrenador de las Águilas Azules, relató los instantes de angustia vividos dentro del medio de transporte cuando la tranquilidad se vio afectada por culpa de los desadaptados.

Su testimonio revela que hubo un fallo en la seguridad de la escolta del club:

“Salimos a la misma hora, di la charla formal. Íbamos en camino del hotel al estadio, que no está lejos. Antes del semáforo, no había seguridad, estaba toda la gente del Olimpia. Empezaron a agredir el bus, a tirar botellazos, piedras, a querer golpearlo”

Relata el técnico que durante el ataque el común denominador fue ver “jugadores con pánico, tirados en el piso, gritos, un momento bastante feo por la integridad física de todos”.

“Si íbamos en un bus más chico nos hubiesen dado vuelta”, advierte el DT que cuenta que iban como siempre acompañados por tres policías motorizados, pero que los hinchas del Olimpia eran demasiados, al punto que los agentes también se asustaron.

El saldo que dejó el ataque fue de 3 jugadores heridos: el defensa paraguayo Roberto Moreira, el defensor de la selección hondureña Emilio Izaguirre y el arquero argentino Jonathan Rougier, quienes fueron trasladados a un centro de salud para que fuera evaluada su condición, la cual no resultó de gravedad, por fortuna.

Lamentablemente, este incidente provocó la suspensión del clásico por orden de la Liga Nacional, lo que habría generado a su vez la invasión a la cancha por parte de las barras de Motagua y Olimpia, en una batalla campal con la Policía donde resultaron 4 hinchas muertos.