Lo que parecía una rueda de prensa rutinaria terminó destapando una tensión interna que sacude los cimientos del Club Sport Herediano. El entrenador Alexander Vargas dejó entrever que sus decisiones tácticas en el duelo reciente ante Alajuelense fueron condicionadas por una orden directa de Jafet Soto, presidente del club y figura clave en todas las decisiones deportivas del “Team”.
¿Qué dijo Vargas sobre la intromición de Jafet Soto?
La polémica surgió tras una pregunta del periodista Josué Quesada, en su programa Teléfono Rojo, a Alexander Vargas sobre si realmente deseaba alinear a todos sus titulares frente a Alajuelense, justo antes del partido decisivo por la Concacaf contra LA Galaxy.
La respuesta fue corta pero contundente: “Yo quise guardar jugadores contra la Liga porque venía la vuelta contra LA Galaxy, pero se tomó la decisión de que había que jugar con la máxima planilla, con todos disponibles”, dijo Vargas, dejando claro que no fue su voluntad la que prevaleció.
Para muchos, la frase confirmó lo que ya era un secreto a voces: que en Herediano, las decisiones no siempre las toma el entrenador en solitario. El ex DT de los florenses no lo dijo textualmente, pero si lo confirmó con su cabeza.
El gesto que lo dijo todo
Cuando se le repreguntó si esa decisión fue impuesta, Vargas no agregó palabras. Solo asintió con la cabeza, en un gesto silencioso pero revelador. La señal fue suficiente para que las redes sociales estallaran y comenzaran a circular versiones de un nuevo episodio de intervencionismo por parte de Jafet Soto.

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¿Por qué Jafet Soto quería jugar con titulares?
El trasfondo de la decisión también encierra un matiz personal. Según trascendió, el enojo de Jafet Soto con Alexandre Guimarãas, entrenador de Alajuelense en ese momento, influyó directamente en la exigencia de que el Herediano presentara su mejor once ante los manudos.
No es la primera vez que Jafet Soto es señalado por imponer su voluntad sobre los entrenadores del club. Ya en torneos anteriores, situaciones similares provocaron la salida de técnicos, tensiones internas y cuestionamientos sobre la verdadera autonomía del banquillo florense.