El Deportivo Saprissa vivió un duro golpe en la Copa Centroamericana. El empate contra Motagua de Honduras dejó a los morados fuera de la competencia en la fase de grupos, terminando terceros detrás de los catrachos y del Club Sport Cartaginés. Un fracaso deportivo que los obliga a replantear su camino en el ámbito internacional.
Con este resultado, los tibaseños quedaron eliminados junto al CAI de Panamá y el Verdes de Belice, perdiendo así la posibilidad de competir en los cuartos de final del torneo regional. Una eliminación temprana que no solo duele en lo deportivo y lo económico, sino que trae consigo una consecuencia todavía más grave.
¿Cuál es la otra peor noticia que recibió Saprissa?
La peor noticia para Saprissa es que no volverá a disputar un torneo internacional hasta agosto del 2026, cuando arranque la próxima edición de la Copa Centroamericana. Eso significa casi un año sin roce internacional, un vacío que puede afectar el crecimiento deportivo de la institución y de su plantel.
Para un club acostumbrado a ser protagonista en la región, el golpe es mayúsculo. No solo queda en deuda con su afición, que exige protagonismo internacional, sino que también se pierde la vitrina para mostrar su talento y competir contra los rivales más importantes de Centroamérica y el Caribe.
Además, la ausencia en torneos internacionales representa un revés económico. Saprissa deja de percibir ingresos por premios, taquillas y exposición internacional, en un momento en el que el club atraviesa una crisis financiera reconocida por su dirigencia.
Así, la eliminación frente a Motagua no solo significa un fracaso inmediato, sino también un castigo prolongado: Saprissa no volverá a jugar fuera de las fronteras nacionales hasta el 2026. Una espera demasiado larga para un equipo que se precia de ser protagonista regional y que ahora tendrá que conformarse con enfocarse únicamente en el torneo local.