El joven zaguero panameño, Jesús Delgado, de imponente 1,96 m de altura, recibió atención del club ucraniano Rukh, que lo inspeccionó recientemente, en lo que se interpretó como una posible ventana hacia el fútbol europeo. Pese a ello, tras finalizar el periodo de observación, Rukh ha decidido no proceder con su incorporación al primer equipo.

Aunque el desarrollo profesional del defensor de Panamá no ha pasado desapercibido para los europeos, su test en Ucrania concluyó que en este momento no se ajusta a los requerimientos tácticos o físicos que busca el club, según fuentes internas del Rukh.

Un fuerte revés para Jesús Delgado

Lejos de ser un rechazo definitivo, esta experiencia sirve al jugador como importante punto de referencia. Participar en una evaluación directa en Europa —en la que se miden aspectos como la adaptación al estilo de juego, velocidad, toma de decisiones y capacidad de integración— aporta ideas claras sobre los pasos a seguir para alcanzar ese nivel competitivo.

Con apenas 20 años y ya consolidado en la selección panameña, el central tiene tiempo y potencial para corregir los ajustes señalados. La exposición a una metodología profesional europea será clave para su crecimiento, incluso si aún no se traduce en un contrato inmediato.

Desde Panamá, el entorno del jugador reaccionó con prudencia: no hay frustración porque no hubo oferta formal. Más bien, se mantiene el optimismo, pues la experiencia –incluso sin fichaje– demuestra que el defensor está en el radar internacional. Su presencia en ese radar, según allegados, ya es un éxito que puede motivar futuros movimientos.

En síntesis, el no-despunte en Ucrania no cierra puertas. Muy al contrario, define un punto de partida más claro. El zaguero panameño regresa con aprendizajes: qué pulir, cómo presentarse la próxima vez y, sobre todo, cómo transformar una oportunidad de visoria en una transferencia.