El hijo de Maynor Figueroa, Keyrol Figueroa, firmó una nueva renovación de contrato con la cantera del poderoso Liverpool de Inglaterra. Con tan sólo 14 años de edad, el primogénito del ‘hombre de hierro’ de la selección nacional de Honduras parece estar siguiendo los caminos de su padre, pero con la enorme ventaja de estarlo haciendo fuera de nuestro país.

No me quiero apresurar más de la cuenta, no es la idea de esta publicación. Tampoco pretendo ‘apurar’ o interferir en el desarrollo de un jugador proyecto, si es que existe la posibilidad de que esta columnatenga ese poder. ¿Pero ustedes han visto los videos del pequeño Keyrol en acción? Son poderosamente llamativos.

Para nadie es una novedadla ausencia de planificación, recursos, y estrategias por parte del país en general, así comode los que mandan en el fútbol de Honduras. Es por eso que muchos talentos se pierden sin la más mínima posibilidad de que hayamos conocido su nombre (y ojalá que algún día eso cambie). Por lo tanto, los jugadores ‘importados’ son cada vez más importantes para un país como el nuestro.

Casos como los de Carlo Costly, Ramón Nuñez, Andy Najar, Roger Espinoza , orecientemente Jonathan Rubio y Rigoberto Rivas , se tienen que consideraruna bendición para un fútbol con nuestras limitaciones, y tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para quieran vestirse con nuestros colores.Este ‘cipote’ Keyrol está teniendo una formación envidiable en una de las mejores instituciones deportivas del mundo.

Rigoberto Rivas, hondureño cedido a la Reggina por parte del Inter de Milán.

Tiene genética, habilidad, técnica, y está recibiendola crianza de un verdadero profesional. Encima de eso,es delantero. Hace goles de todos los colores:de zurda, derecha, con balón dominado, de tijereta, etc.Y si bien no dudo ni un segundo que en Honduras nacen muchos talentos como él,lo cierto es que la mayoría se van a perder por los motivos que ya se mencionaron.

Por lo tanto, la Fenafuth tiene que ‘avivarse’ Keyrol Figueroa . Desconozco si tiene más de una nacionalidad, si es elegible para Inglaterra o Estados Unidos, con quienes llevaríamos todas las de perder en caso de que algunolo quisiera persuadir de jugar para ellos. Es por eso que hay que convocarlo a una sub 17 lo más pronto posible ; y si él personalmente está indeciso, hay que intentarconvencerlo cuanto antes de ponerse la camiseta que tan bien ha sabido defender su padre.

Si va a ser un ‘crack’ no lo sabemos. Nadie lo sabe. No se puede hacer una proyección tan a futuro con un muchacho de apenas 14 años; pero ante la duda, y en caso de cumplirse con la primera oración de este párrafo, lo mejor es pretender que sí, para después no arrepentirnos.