El seleccionado catracho cayó 3-1 en Sydney ante Australia y se quedó sin boleto para la próxima cita mundialista. Faltaron ideas para buscar la clasificación.
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El lamento es grande en Honduras, que remó contra corriente casi durante todas las Eliminatorias y estuvo a tan solo un partido, muy lejos de casa, de llegar al Mundial de Rusia. Sin embargo, en la serie ante Australia los dirigidos por Jorge Luis Pinto casi no tuvieron ocasiones de gol en 180 minutos, algo que permite explicar mejor lo acontecido.
En Sydney, tras una primera mitad casi sin emociones, los locales tuvieron la ocasión más clara en un tiro libre de Mooy que no llegó a conectar Cahill, pero que exigió la reacción del portero Donis Escober. También en ese primer tiempo, el árbitro argentino Pitana manejó las acciones de manera parcial, sin castigar con dureza dos entradas fuertes sobre Elis y omitiendo un tiro libre en el borde del área rival para los catrachos.
Con Pinto hecho una furia, Honduras se fue al descanso con un marcador igualado que mantenía intactas las ilusiones, pero en el complemento comenzaría a desmoronarse el sueño. Un cambio del entrenador sería fatídico, porque Izaguirre no salió a jugar la segunda mitad y su reemplazante sería Henry Figueroa, jugador en el que se desvió un tiro libre de Jedinak para descolocar a Escober y abrir el marcador en favor de Australia.
Lejos de tener respuesta en busca del empate, el seleccionado catracho se desmoronó. Y sería con dos penales, ambos ejecutados por el nuevo héroe australiano Jedinak, los que terminarían de configurar la goleada 3-0. El descuento de Elis, en el último minuto de adición, apenas decoró el marcador con el que la H deberá volver a casa, con una herida que de seguro tardará en cerrar.
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