En la última jugada, el tico atajó el mano a mano que le hubiese dado al Valencia la victoria ante la Casa Blanca por 3-2. Enorme Keylor.
En el primer partido del año, Real Madrid empató 2-2 ante Valencia con más para perder que ganar. Y hasta pudo llevarse el peor resultado en la última jugada, de no ser por la habilidad de Keylor Navas.
Después de un discreto partido, sin responsabilidad en los goles de Valencia pero protagonista de un blooper en una salida desde abajo, Navas le atajó a Negredo un mano a mano en la puerta del área grande, cuando Mestalla ya se saboreaba la victoria.
Siempre bien posicionado durante toda la jugada, el tico esperó al español dentro del rectángulo y achicó -gradualmente- el ángulo de disparo de gran manera, pero la mayor virtud del arquero fue adivinar las intenciones del delantero y taparle el disparo con un reflejo de todo su cuerpo.
Luego, tras el rebote, quiso cortar el remate de André Gomes y, aunque no lo logró, presionó al rival para que este le errara al arco.
Gracias a Navas, el Madrid y Rafa Benítez respiraron en la última jugada del encuentro en Mestalla.
+ La gran atajada de Keylor:
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