Tan grave fue la situación, que por poco el árbitro Ricardo Montero suspende el partido ante la oleada de insultos que provenían de la tribuna, con señalamientos que le decían que era hasta un “muerto de hambre”.
Venegas, quien puso el gol del empate parcial (1-1) del Saprissa, declaró a los medios al final del encuentro que lo ocurrido contra él “es un fiel reflejo de cómo está la sociedad en Costa Rica, no solo en el aficionado, sino en general. Hay poca tolerancia en las calles y la gente mata por cualquier cosa. Es un vivo ejemplo de lo contaminados que estamos”.
“De lo que gritan me tiene sin cuidado, tengo mi identidad bien definida, soy un hijo de Dios y sé lo que valgo, a mí la verdad no me afecta, al final yo juego para ganar por mí equipo”
Pero la cosa no quedó ahí. Este domingo, el jugador se dirigió a través de las redes sociales a la Unafut, a la Federación Costarricense “y todo ente interesado en que Costa Rica se mantenga libre de violencia a tomar medidas. No por mí, sino por todos”, escribió en un llamado a la reflexión sobre la crisis de valores que aqueja todo el entorno, y que se puede leer a continuación.
Pese a la derrota, Alajuelense se mantuvo en el liderato de la liga tica con 10 puntos, seguido por Saprissa con uno menos.