Con el marcador 2-0 en favor del París Saint Germain, doblete de Ángel Di María, Gareth Bale encontró un poco adelantado de su arco a Keylor Navas y, después de controlar la bola sin dejarla caer, le mandó un remate por encima que se metió de forma mágica dentro del pórtico parisino.
Sin embargo, la sensacional definición se vio frenada por la irrupción del videoarbitraje (VAR), que entró a analizar una presunta mano del anotador.
Al final, el juez por cuenta propia pudo comprobar que hubo falta de Bale y el PSG logró mantener su ventaja parcial sobre los ‘merengues’ en la apertura de la fase de grupos de la Liga de Campeones.