Bajo cualquier otro contexto, los partidos ante la selección mexicana en Costa Rica son una mezcla de emoción, expectativa y un exacerbado sentimiento de pertenencia a los colores blanco, azul y rojo; se podría decir que es la batalla deportiva más esperada por la afición costarricensey hasta nos atreveos a llamarle el “ clásico de Concacaf “.

Sin embargo, para esta ocasión todo luce diferente; las medidas sanitarias por causa de la pandemia yel flojo momento deportivo que ha mostrado “La Sele” desde hace meses ha mermado la confianza de la hinchada, que ve con desgano y hasta con pesimiso el encuentro de esta tarde dedomingo.

Por dispocisión del Ministerio de Salud en Costa Rica, el duelo entre ticos y aztecas se jugará con un aforo de apenas tres mil aficionados, una cantidad ínfima si tomamos en cuenta que la capacidad total del reducto costarricense es de 35 mil personas. Y para colmo de males, de las 3 mil entradas disponibles, solamente salieron a la venta 1.800; mil más se dieron como cortesía acompromisos comerciales que maneja la Federación Costarricense de Fútbol y las restantes 200 son para rifar entre aficionados.

Entradas caras

Y si esos factores no fueses suficientes, la máxima autoridad futbiolística costarricense colocó uno más, quizáel que más roncha ha sacado: entradas al estadio con precios abslutamente irracionales y fuera del alcance de los amantes promedio al fútbol o a la selección. Un tema que no solo generó burlas y molestias, sino que además rompieron la armonía entre la tribuna y la organización.

Para que se hagan una idea, una entrada para este partido cuesta 95 mil colones (casi 153 dólares), un precio poco habitual y si se quiere hasta abusivo para una afición que lleva casi dos años de no hacer ingreso a las gradas de un estadio. Los precios en ocasiones anteriores rondaban los 20 o 30 mil colones, es decir, menos de un tercio del valor de los actuales tiquetes.

Mexico vs Costa Rica Copa Oro (Getty Images)

Todas estas ciscunstancias le han restado brillo al que debería ser el encuentro más efervecente de la jornada, situación que ha permeado fuertemente al comercio, quienes no se han involucrado mucho en la ola mundialista y temen que la inversión en promociones o publicidad relativa a la selección nacional no surta efecto y por el contrario, genere pérdidas.

Cuando suene el pitazo inicial a lo mejor la audiencia por televisión sea alta, pero el ánimo no está al tope, hay frío en las afueras del estadio, los comerciantes más valientes colocanbanderas en las calles a la espera de alguna compra por impulso y los comercios seguirán a medio llenar; hoy es un domingo de eliminatoria sí, pero el ambiente no lo sabe.