Tras terminar su vínculo con el Getafe, Antony “Choco” Lozano, histórico delantero de Honduras, preparó las valijas y cruzó el océano Atlántico para defender los colores del Santos Laguna en la Liga MX.
Aunque en un principio se especulaba con una posible cesión por un año, finalmente el equipo mexicano decidió romper el chanchito y comprar el pase del delantero, quien firmará un contrato por tres años.
El Choco vuelve a casa
Choco Lozano volverá a jugar en una liga del continente americano por primera vez en casi una década, ya que pasó la última parte de su carrera en equipos del fútbol de España, como Barcelona, Girona, Cádiz, Almería y Getafe.
Homenaje a una leyenda
El artillero llega a la Liga MX con la enorme responsabilidad de estar a la altura del dorsal que le será asignado: se trata del mítico número 7 que supo vestir su compatriota Dolmo Flores en la década de 1990.
El legado del Diablo Flores es reconocido tanto en el marco del fútbol hondureño (fue uno de los héroes catrachos en la remontada ante Costa Rica en las eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos 1994), como a nivel continental, ya que jugando para Universitario de Deportes se convirtió en el primer futbolista de Honduras en haber anotado un gol en la Copa Libertadores de América.
Si bien lo más probable es que Choco Lozano se quede con el legendario número 7 de Flores, otra posibilidad es que utilice el dorsal número 11, que actualmente se encuentra disponible.