La mañana del sábado 27 de julio trajo una noticia desgarradora para el fútbol de Costa Rica y, especialmente, para la afición de Liga Deportiva Alajuelense: el fallecimiento de una de sus más grandes leyendas, Carlos Alvarado Villalobos.

Al mediodía, la institución rojinegra confirmó la noticia mediante un comunicado en sus redes sociales, despidiéndose con profundo pesar de uno de sus más grandes íconos.

Un legado lleno de éxitos

Carlos Alvarado Villalobos logró conquistar seis títulos nacionales con Alajuelense, siendo parte fundamental del equipo durante sus años de gloria. Entre 1944 y 1960, “El Aguilucho” defendió a capa y espada el arco manudo, destacándose por sus espectaculares tapadas que aún resuenan en la memoria de los aficionados más veteranos.

Además, Alvarado fue parte de la histórica gira mundial de Alajuelense en 1960, donde decidió poner fin a su carrera futbolística tras el triunfo 2-1 ante la Selección de Hong Kong.

Alvarado falleció a los 96 años de edad (Alajuelense).

El ex guardametas no solo brilló en el ámbito local, sino que también fue el guardián de la portería de la selección de Costa Rica en 25 partidos oficiales , donde su desempeño le valió una medalla de plata en los Juegos Deportivos Panamericanos de Buenos Aires 1951 y tres títulos en el Campeonato Centroamericano y del Caribe en 1953, 1955 y 1960.

Un adiós sentido

En su comunicado, Alajuelense destacó la excepcional carrera de esta gloria de la institución y su inquebrantable pasión por el equipo. “Hoy, la familia rojinegra se une en un abrazo solidario y envía sus condolencias a sus seres queridos. Gracias, Carlos, por tantas alegrías y por ser un ejemplo de lo que significa ser un verdadero león” , expresó el club.

El legado de Alvarado vivirá por siempre en los corazones de quienes lo vieron jugar y de las nuevas generaciones que conocerán su historia a través de las hazañas que quedaron plasmadas en los libros de la institución.

Sus honras fúnebres se llevarán a cabo este domingo 28 de julio a las 12 del mediodía en la Catedral de Alajuela, donde se espera una gran asistencia de aficionados, familiares y amigos que querrán despedirse de una verdadera leyenda del deporte.