Luis Ángel Firpo se encuentra a las puertas de una final histórica que puede marcar un antes y un después en su presente futbolístico, y en el centro de este ambicioso proyecto aparece un nombre de amplio recorrido en el área: Marvin Solano. El técnico costarricense está ante la posibilidad de convertirse en el primer entrenador tico en conquistar un título de Primera División de El Salvador, nada menos que al mando del conjunto pampero.
Gerardo Marvin Solano Abarca, nacido en San Gabriel, Costa Rica, y con casi tres décadas de experiencia en los banquillos, asumió el reto de dirigir a Firpo en el Apertura 2025 con una misión clara: devolver al club al protagonismo perdido y romper una espera de 12 años sin disputar una final. Hoy, ese desafío está a un solo paso de concretarse, con la posibilidad de inscribir su nombre en los libros dorados de la institución.
Un costarricense busca hacer historia en El Salvador
Firpo, históricamente uno de los clubes más competitivos del fútbol salvadoreño, suma 10 títulos nacionales y en los últimos años había sido protagonista principalmente en las fases regulares. Sin embargo, nunca un entrenador costarricense ha logrado levantar el trofeo con los pamperos ni en el país. Solano está frente a la opción de romper esa barrera y sumarse a un grupo muy reducido de técnicos centroamericanos con impacto real en la liga.
En los registros históricos apenas aparecen dos nombres: el guatemalteco Jorge “el Grillo” Roldán, subcampeón con Once Municipal en 1978, y el hondureño Carlos Padilla, campeón con Águila en 1961. En ese contexto, la oportunidad de Solano adquiere un valor aún mayor, al tratarse de un logro prácticamente inédito en el balompié salvadoreño.
Solano debutó como entrenador en 1997 y ha dirigido en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y El Salvador, construyendo una carrera sólida y respetada. En su palmarés figuran dos títulos nacionales: la Segunda División con la UCR en 2007 y la Primera División de Costa Rica con Herediano en 2013, credenciales que respaldan su capacidad en escenarios de alta exigencia.
Más allá de los trofeos, su gestión en Firpo ha estado marcada por un equipo ordenado tácticamente y sólido en defensa, que cerró la fase regular como líder absoluto con 50 puntos, producto de 15 victorias, cinco empates y apenas dos derrotas. La final, entonces, no solo definirá a un campeón: puede escribir una página inédita en la historia del club, con Marvin Solano levantando el título y consolidándose como un técnico extranjero que entendió el peso de una camiseta histórica.
