Bajo la presidencia de Jafet Soto, la dirigencia del Club Sport Herediano se caracteriza por llevar adelante por una política inflexible: el margen de tolerancia para los entrenadores es prácticamente nulo.
El que mejor lo sabe es Alexander Vargas, quien fue cesado de su cargo en el banquillo florense en el Torneo Clausura 2025, pese a que el equipo se mantenía invicto y escolta de Liga Deportiva Alajuelense.
Víctima de la guillotina rojiamarilla
Aun así, una breve seguidilla de resultados preocupantes encendió la guillotina jacobina de Fuerza Herediana. Vargas dejó su puesto y el jerarca rojiamarillo asumió otro de sus tradicionales interinatos, que terminaría con un desenlace feliz: el Team se consagró bicampeón nacional.
Ya lejos de Heredia, Vargas aceptó un nuevo desafío en junio pasado al firmar con el Inter San Carlos, club de la Liga de Ascenso que proyecta un plan ambicioso para regresar a la Primera División.
Sin embargo, menos de tres meses después, la continuidad del entrenador de 46 años en el equipo norteño pende de un hilo. Los números en el inicio de la temporada no lo acompañan: empató 1-1 contra Carmelita en la Copa de Costa Rica, igualó frente a Quepos Cambute en el arranque del Apertura 2025 y este sábado sufrió una derrota por 2-0 ante Sarchí, el equipo satélite de Alajuelense.
El fantasma de la impaciencia
El periodista Kevin Jiménez adelantó en sus redes sociales que “Alexander Vargas está cerca de salir de Inter San Carlos, el DT probablemente será cesado de su cargo tras tres juegos sin ganar”.
Aunque ya no está bajo el yugo de Jafet Soto, parece que Alexander Vargas sigue atrapado en una dinámica que lo persigue: dirigir proyectos donde la paciencia es escasa y los márgenes de error casi inexistentes.
De todos modos, la salida todavía no es oficial. Vargas podría tener una oportunidad de oro para revertir la situación el próximo martes 26 de agosto, cuando Inter San Carlos dispute la revancha ante Carmelita por el Torneo de Copa.