Mientras algunos aún critican su estilo de juego, Liga Deportiva Alajuelense avanza con paso firme en el Torneo Clausura 2025, y lo hace con una racha que ya comienza a incomodar a los gigantes tradicionales del fútbol nacional.
Antes con Guimaraes y ahora bajo el mando de Óscar Ramírez, el equipo rojinegro no solo se mantiene invicto, sino que empieza a vislumbrar la posibilidad de alcanzar un hito histórico: consagrarse campeón sin perder un solo partido.
Un invicto que revive recuerdos de época
Saprissa y Herediano tienen razones de sobra para observar con atención —y algo de preocupación— lo que ocurre en el bando manudo. El invicto de Alajuelense podría significar que alcancen dos históricos torneos de ambos clubes.
En el campeonato de 1952, el Deportivo Saprissa logró su primer título en la Primera División finalizando la temporada completa sin conocer la derrota, un logro que desde entonces ha permanecido en el altar de la historia morada.
En aquel recordado torneo, los dirigidos por Otto Pedro Bumbell cerraron la campaña goleando a sus últimos rivales, consagrándose como los primeros campeones invictos en una época aún romántica del balompié nacional.
Por su parte, el Club Sport Herediano también tiene registros de dominio contundente. En 1927, durante su cuarta coronación, el “Team” disputó apenas siete partidos, pero marcó 34 goles, una media de cinco por encuentro. La contundencia ofensiva de ese equipo quedó grabada como una de las más temidas del fútbol de antaño.
Machillo le devuelve el carácter competitivo a la Liga
Óscar Ramírez ha logrado recuperar la solidez defensiva y la identidad competitiva que Alajuelense había perdido en torneos anteriores. Su enfoque pragmático, a veces criticado por sectores de la prensa y la afición, ha dado resultados innegables: la Liga no solo suma puntos, sino que ha neutralizado a rivales directos con una eficiencia quirúrgica.