La inesperada decisión de la FIFA de excluir al Club León del Mundial de Clubes 2025 por incumplir con el reglamento de multipropiedad, en respuesta a la denuncia de Liga Deportiva Alajuelense ante el TAS, ha generado un verdadero sismo en el fútbol internacional.
Entre la catarata de reacciones ante esta noticia, ninguna fue tan polémica como la del presidente de la Concacaf, Victor Montagliani, quien dejó en claro que espera que el equipo mexicano regrese al torneo.
“Es un proceso legal, Grupo Pachuca tiene la posibilidad de ir al TAS, no sé qué va a pasar, nosotros respetamos el proceso legal, pero para mí como presidente de Concacaf apoyo a León, porque ganó la Champions League en la cancha. Nosotros esperamos que al final esté en el Mundial de Clubes”, afirmó Montagliani en diálogo con TUDN.
La respuesta manuda fue inmediata
La frase no cayó nada bien en Alajuela. A ojos del club costarricense, Montagliani rompió el “deber de neutralidad“ que debe regir a toda autoridad deportiva internacional, y sus palabras fueron una señal clara de alineamiento político con los esmeraldas.
A primera hora del lunes, Alajuelense publicó un comunicado oficial sobre la situación: “Liga Deportiva Alajuelense condena enérgicamente las manifestaciones públicas realizadas por el señor Víctor Montagliani, presidente de la CONCACAF, en relación con el proceso de designación de clubes participantes en el Mundial de Clubes de la FIFA 2025.”
Los erizos denunciaron que el dirigente canadiense obvió “el procedimiento legal actualmente en curso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), promovido por nuestra institución.”
“Desde nuestra posición, reiteramos que la integridad del fútbol no puede verse comprometida por consideraciones políticas o económicas. Confiamos plenamente en los órganos independientes de resolución de disputas y en los principios que rigen el derecho deportivo internacional”, disparó Alajuelense.
Con la audiencia del TAS aún en curso y la fecha del Mundial acercándose, el escándalo no parece tener freno. Alajuelense ya ganó una batalla con la descalificación de León. Ahora, con los cañones rojinegros apuntando a Concacaf, la guerra está más viva que nunca.