En el año 2003, justo después de alcanzar un histórico tetracampeonato defendiendo el uniforme de la Liga Deportiva Alajuelense, la carrera de Alexander Castro dio un giro drástico.
El lateral derecho, oriundo de Golfito, Puntarenas, vivía su mejor momento futbolístico, pero terminó fuera del club rojinegro por problemas personales que lo desviaron del camino correcto.
Del tetracampeonato al escándalo
En una entrevista con La Teja, el ex futbolista abrió su corazón y repasó una etapa que lo marcó para siempre. “Llegué a la liga menor de la Liga, después pasé a primera división. Me hizo debutar Álvaro Solano, el 17 de febrero de 1999, contra Goicoechea. Lo hice con gol”, recordó Castro, quien empezó su formación como delantero antes de consolidarse como lateral.
Durante la Copa Merconorte 2001, mientras Harold Wallace se encontraba en Italia, Castro aprovechó la oportunidad de reemplazarlo y brilló al punto de que Alex Aguinaga, figura del Necaxa, lo felicitó personalmente en el camerino tras un gran partido. Su futuro parecía brillante. Sin embargo, fuera de la cancha las cosas empezaron a complicarse.
El punto de quiebre llegó durante la era de Javier Delgado. Castro cometió errores que lo llevaron, según sus propias palabras, “a tocar fondo”. “Andaba en malos pasos, licor, mujeres, salía en las noches… quizás por inmadurez. Estaba casado y todo eso me llevó a tener problemas sentimentales. Se habló de una agresión, no fue nada, pero ella provocó la situación”, dijo el ex manudo, hoy con 46 años.
“Estuve preso un día, no me había pasado nunca eso”, agregó. El escándalo no tardó en hacerse público y la Liga, preocupada por su imagen institucional, decidió enviarlo a préstamo al Cartaginés. “En vez de recibir apoyo de la Liga, me mandaron a Cartago. Es la cosa que me quedó con la Liga… no me ayudaron”, reprochó.
El lateral nunca logró adaptarse al clima de la Vieja Metrópoli. “En Cartago uno veía la bruma, el frío, los compañeros con los brazos cruzados de frío. Le dije al presidente que no quería estar ahí”, recordó. Tras esa etapa, jugó para Herediano, Ramonense y finalmente colgó los botines en el Team en 2011.
El nuevo rumbo de Alexander Castro
Hoy, Castro lleva una vida completamente diferente. Es entrenador de Rosario de Naranjo en Linafa, trabaja en una empresa de El Coyol de Alajuela administrando bodegas y tiene su propio emprendimiento: AC Acabados y Pinturas, con el que además brinda empleo a varios de sus jugadores.
También se muestra orgulloso de su familia: tiene cuatro hijos, entre ellos Luciana, futbolista que vive en Boston, y Thiago, quien actualmente integra las ligas menores de Alajuelense.
