Carlos Hernández, recordado exjugador de Liga Deportiva Alajuelense y de la Selección Nacional, atraviesa un amargo momento tras ser víctima de lo que calificó como una estafa que golpeó no solo a él, sino también a más de 20 personas que soñaban con un viaje a Europa.

El exvolante denunció que un empresario turístico, de apellido Levell, habría engañado a un grupo de cerca de 24 personas que tenían todo listo para viajar a Italia y disputar un Mundial de Fútbol 7 en la categoría Amateur. Según contó, incluso uno de los afectados había planeado regalarle el viaje a su hija como parte de la celebración de sus 15 años.

La denuncia formal fue presentada ante la Fiscalía Adjunta del I Circuito Judicial de San José por un hombre de apellidos Caruzo González, en representación de todos los afectados. El golpe más duro llegó en el propio aeropuerto, cuando los jugadores descubrieron que no existían boletos para el esperado viaje a Roma.

¿Cómo fue la estafa que sufrió el ex jugador de Alajuelense?

“Al principio uno se molesta mucho, le da cólera. Pero con el tiempo uno va asimilando las cosas. Es una lástima que se aprovechen de la gente y de las ilusiones de personas que soñaban con representar al país, y que se habían esforzado en lo personal y económicamente para sufragar los gastos”, expresó Hernández en declaraciones a La Nación.

La Selección de Fútbol 7 fue estafada. (Foto: La Nación)

ElZorro, quien desde hace años integra la Selección de Costa Rica de Fútbol 7 y la de Puntarenas en la misma disciplina, destacó que había participado en múltiples torneos internacionales como la Copa América y la Copa Libertadores sin haber experimentado algo similar.

Viajamos a Perú, Colombia, Ecuador y nunca había pasado nada. Siempre habían sido buenas experiencias. Lastimosamente, en el que muchos consideraban el viaje más lindo y más largo, a Roma, Italia, nos pasa esta situación con una agencia irresponsable que se burla de las personas honradas”, lamentó.

La situación no solo representa un duro golpe económico, sino también un quiebre emocional para los jugadores y familiares que habían apostado por vivir una experiencia única. Hoy, lo que debía ser un sueño mundialista para el Zorro y sus compañeros se transformó en una amarga pesadilla que ya está en manos de la justicia.