A mediados de los 2000, Jody Stewart se perfilaba como una de las grandes joyas del fútbol costarricense. Con apenas 16 años, el portentoso zaguero ya se entrenaba con el primer equipo de Deportivo Saprissa.
Por si esto fuera poco, Stewart no tardaría en convertirse en el capitán de la Selección Sub-20 de Costa Rica, una hazaña que lo consolidó como uno de los prospectos más emocionantes del deporte nacional.
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Sin embargo, Stewart admite que no supo manejar la presión ni la fama que acompañaron al reconocimiento. “Se me subió mucho a la cabeza todo. Es que yo desde el colegio ya entrenaba con la Primera”, confesó el futbolista retirado en diálogo con La Nación. Lo que parecía ser el comienzo de una carrera dorada, pronto se convertiría en una serie de oportunidades desperdiciadas.
El peso de las decisiones fuera de la cancha
Desde joven, el ex morado sintió que su talento era suficiente para triunfar sin hacer sacrificios extra. “Hubo un tiempo que yo creía que tenía todo ganado, imagínese, era capitán de Saprissa y de la Selección, entonces salía en las noches. Ojo, no es el hecho de salir e ingerir licor, es solo con salir que uno le hace daño a la carrera”, explicó.
Jordy Stewart prometía mucho en Saprissa.
Los consejos de jugadores con más experiencia no faltaron, pero Stewart decidió ignorarlos. “Recuerdo como si fuera ayer un día que Rónald González me jaló y me dijo: ‘Chamaco, bájele a las salidas, cuídese’. Me lo dijo porque una amistad de él me vio hasta altas horas de la noche en la calle”, relató.
Una grave lesión y el comienzo del fin
A medida que el tiempo pasaba, su protagonismo en Saprissa se diluía. Y cuando su carrera ya tambaleaba, una ruptura del tendón de Aquiles lo dejó fuera de combate por varios meses.
Tras su recuperación, Saprissa intentó darle una oportunidad enviándolo a préstamo a Puntarenas FC, pero su motivación ya no era la misma. “Solo fui a un entrenamiento y decidí acabar la cesión y me vine para Saprissa de Corazón (equipo de segunda división)”, reconoció.
En ese período, vio cómo nuevos talentos como José Mena, Óscar Duarte y Kendall Waston ocupaban los lugares que él alguna vez soñó liderar. “En ese momento vi en ellos cómo mi oportunidad se me había ido”, lamentó.
Stewart vio surgir a Kendall Waston.
El triste final de la carrera de Jody Stewart
A los 26 años, Saprissa le entregó su finiquito. Fue el final de su relación con el club y el momento en que tuvo que enfrentar la realidad: su carrera en la élite había terminado. “Me llegó una depresión horrible por mi decisión”, confesó.
Intentó mantenerse en el fútbol, pero no encontraba rumbo. “Jugué en Uruguay dos partidos nada más y dejé tirado el equipo, luego Róger Flores me llevó a Sagrada Familia y también le dejé el equipo al poco tiempo. Al final, hace cuatro años jugué por última vez”, detalló.
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