Toda selección de fútbol tiene un crack. Un integrante distintivo que resalta por sus cualidades dentro del campo de juego, y contagia su sapiencia a los compañeros, resultando en un importante potenciador dentro del grupo tanto fuera como dentro de la cancha. Esto se deja entrever más con los equipos que no luchan en el primer escalón mundial, entre las potencias.

Canadá goza de uno muy marcado en los últimos tiempos: Alphonso Davies. Este joven de tan solo 19 años, nacido en Ghana y de padres liberianos, se está convirtiendo fecha a fecha en una pieza clave del Bayern Munich, uno de los mejores clubes del mundo y el de mayor predominancia en Alemania.

¿Tiene buena técnica? Por supuesto. ¿Pases certeros y visión de juego? Seguro que si. Pero lo que destaca en él es otra cosa, algo muy importante para su posición de lateral por izquierda. Su velocidad es más que admirable, con una constancia importante y un sprint que deja boquiabiertos hasta a sus propios compañeros.

En referencia a esto último tenemos el ejemplo de Thomas Muller, quien después de la última victoria frente al Borussia Dortmund como visitante brindó puros elogios a su colega. "Alphonso es un jugador con mucho corazón y poder extremo", explicó el reconocido deportista teutón.

Finalmente, intentando comparar su singular rapidez, bromeó: "Llega al oponente, cuando piensa ‘Oh, tengo tiempo, tengo tiempo’, y luego... ‘¡Meep meep meep meep!’. El Correcaminos, el Correcaminos del Bayern se adelanta y roba el balón".

¿Nace una nueva amenaza para los rivales de Canadá en las eliminatorias de Concacaf?