Hace algunos días, Luis Fernando Suárez adelantó que el único futbolista de Costa Rica que tiene un lugar asegurado en el Mundial de Qatar 2022 es Bryan Ruiz. "Se lo merece, es un reconocimiento para él por lo que ha hecho por este país", comentó el técnico cafetero. Sin embargo, llegará el momento en el que tendrá que confeccionar y presentar la lista definitiva. Tiempo hay: la fecha límite es el 14 de noviembre, seis días antes del inicio de la Copa Mundial.

Por más compleja que parezca la tarea, lo cierto es que Suárez ya tiene experiencia en esto. Lo hizo para el Mundial de Alemania 2006, cuando era el estratega de Ecuador, y para Sudáfrica 2010, ya como timonel de Honduras. Aunque esta citación será diferente a las anteriores por una cuestión numérica, ya que la FIFA amplió el cupo a un máximo de 26 jugadores.

Con base en ello, ciertamente el ex Atlético Nacional ha desarrollado un criterio propio. Y en una entrevista en Radio Columbia lo dejó claro: "El estómago me dirá primero mi sentimiento, primero el gusto y después ver las circunstancias de cada partido y si le veo las capacidades para afrontarlo. Creo que todo eso hay que manejarlo en el grupo", aseguró.

Además, profundizó, sin dar nombres, en el perfil de futbolista que no citará: "Luego, lo demás es todavía más importante, es el grado de sinergia que se tiene en el grupo, de qué manera puede servir mucho para que el grupo esté bien. Aunque tenga las mejores condiciones puede que sea tóxico para el equipo y a esos jugadores tóxicos, que no le sirven al equipo, no los voy a llamar nunca".

 Hasta el momento, Suárez ha tenido conflicto únicamente con un elemento de la Sele, Manfred Ugalde, quien está completamente decartado para Qatar. Debido a la renovación del técnico hasta 2026 y el deseo del juvenil de regresar, eventualmente deberán limar asperezas. "En este momento, y te lo dice Manfred, la prioridad es no distraer a la selección (...) Para después del Mundial va a haber un poco más de calma, cabeza fría, y aquí nadie está opuesto a hablar", comentó Kurt Morsink, agente de Ugalde.