El Deportivo Saprissa vivió una noche amarga en Panamá. La derrota 1-0 frente al Independiente de La Chorrera (CAI), por la Copa Centroamericana, no solo dejó al equipo morado en una posición incómoda en el torneo, sino que además acrecentó la frustración de una afición que no perdona los malos resultados.
Sin embargo, tras el pitazo final y con el dolor de la caída a cuestas, tres referentes del club tomaron una decisión que sorprendió. Fue una demostración de que la derrota dolió tanto externa como internamente.
¿Qué determinación tomaron los referentes de Saprissa?
Kendall Waston, Esteban Alvarado y Paulo Wanchope salieron del camerino y fueron hasta donde se encontraban los aficionados saprissistas para dar la cara y pedir disculpas.
Un gesto en medio de la crisis
Con rostros visiblemente golpeados por el resultado, los jugadores y el entrenador reconocieron la vergüenza que significa una derrota como esta para un club de la talla del Saprissa. “Perdón” fue la palabra que más se escuchó, en un intento de calmar la molestia de los seguidores que hicieron el viaje hasta Panamá para apoyar al equipo.
Antes de subirse al microbús que los llevó al hotel de concentración, los tres se detuvieron a conversar brevemente con los hinchas, quienes no ocultaron su malestar, pero valoraron el gesto de que el equipo no se escondiera.
Saprissa bajo presión
La caída frente al CAI se suma al 0-3 contra Cartaginés y al empate ante Liberia, resultados que tienen a Wanchope en la cuerda floja y al camerino morado con un ambiente cargado de presión. La afición exige una reacción inmediata y algunos incluso piden cambios en la dirección técnica.
Entre el dolor y la obligación
Para Kendall Waston, capitán del Saprissa, y para un referente como Esteban Alvarado, dar la cara no fue una obligación contractual, sino un acto de respeto hacia quienes viajaron a alentarlos. Mientras tanto, Wanchope sabe que cada partido puede ser decisivo para su continuidad, pero entendió que el primer paso era asumir la responsabilidad.