Durante el año que le llevó recuperarse de su lesión, el defensor panameño se metió bien adentro en el corazón del plantel de Seattle y de sus aficionados. Ya recuperado, disfruta ahora de la que se convirtió en su segunda familia.
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El 15 de septiembre de 2015, en la visita a San José Earthquakes, Román Torres sufrió una dura lesión en su rodilla, cuando apenas llevaba disputados tres juegos con los Sounders, equipo de la MLS al que había llegado tras brillar con Panamá en la Copa Oro, procedente del Millonarios de Colombia.
“Fue muy duro cuando me dijeron que me había roto casi todos los ligamentos. Durante la rehabilitación me llené de motivación, sentí que el grupo me tenía cariño y se transformó en una parte más de mi familia”, reveló en una entrevista para el canal oficial del equipo de Seattle.
Tras casi un año de recuperación, Román volvió a los entrenamientos en Julio de este año, y su compañero Haedo Valdéz contó como vivió el canalero aquel momento: “Desde el primer momento tratamos de apoyarlo como equipo, de darle fuerzas para que el camino no fuese tan duro. Fue duro para él, pero ahora está entrenando con nosotros y está feliz por eso” , dijo el mundialista paraguayo.
El 10 de septiembre, el panameño volvió a ser titular ante San José, mismo rival y en el mismo estadio en el que hace un año atrás había comenzado el momento más difícil de su carrera futbolística. “Pensé que si Dios me había vuelto a llevar hasta allí era por algo. Saque fuera todos los pensamientos negativos y puse la mente en positivo”, recordó Román.
Con el zaguero otra vez en el campo, los Sounders cobraron fuerzas, porque ya no sólo contaban con su valor anímico, sino que ahora podían volver a apoyarse en un verdadero líder futbolístico. “Nosotros habíamos preferido que la lesión nunca hubiese sucedido, pero tener a Román de regreso es un regalo, que ya teníamos en el vestuario y que ahora está en la cancha, que es a donde pertenece”, explicó su entrenador Brian Schmetzer.