La jugada nació desde el mismo saque inicial: en el primer toque a la pelota y desde la mitad de cancha, José Barahona logró convertir en el arco rival dejando incluso quieto al arquero adversario.
Muchos espectadores que apenas se estaban acomodando en el estadio ni siquiera alcanzaron a presenciar la anotación.
“Me fijé cómo se iba a parar el rival, antes de sacar. El portero estaba un poco salido y le pedí a mis compañeros que me dejaran el balón para anotar”, explicó Barahona sobre su gol.
Por su parte, Josué Rivas, guardameta del Cacahuatique, admitió que el remate desde la mitad de cancha fue una desconcentración suya, pero también una sorpresa para él.
“Yo no estaba tan salido de mi arco, quizá estaba a uno o dos metros. Es primera vez que me marcan un gol con un tiro de esa distancia”
Rivas admitió que la existencia de un preparador de arqueros le ayudaría a manejar mejor estas situaciones de juego.