Nicaragua pasó a estar en el ojo de la tormenta. Parece que nunca llegarán las buenas noticias futbolísticas para este país, pese al crecimiento futbolístico que experimenta desde hace un tiempo. La Selección Nacional sueña con clasificar a la Copa del Mundo 2026, pero las malas noticas caen como agua de lluvia.

Se dio un insólito escándalo arbitral, mismo que llegó a oídos de Concacaf. Es por eso que todo se tensó en el fútbol pinolero. A pesar de los esfuerzos que hizo la Federación Nicaragüense de Fútbol por ocultarlo, la noticia tomó otro color a la hora de trascender internacionalmente. Ahora es la FIFA la que pone condiciones.

En medio de un escándalo de proporciones bíblicas, otro problema toca la puerta de Fenifut. Trae sus maletas repletas de cuestiones que podrían complicar más aún su situación internacional. Las autoridades no podrán tapar esto con parches, ni mucho menos salir ilesos de la discusión. Sobrarán cosas para solucionar.

Nicaragua está en medio de otro escándalo

La forma en la que se le anuló un gol a Diriangén en el Clásico Nacional generó un centenar de dudas y discusiones. Se desató la polémica por el denominado VAR Fantasma, y no en honor al entrenador Marco Antonio Figueroa. Después de ser casi interrogados, algunos árbitros afirmaron que el uso estaba habilitado.

En base al revuelo armado, tanto la Federación Nicaragüense de Fútbol como la Liga Primera se pronunciaron. Ambas entidades compartieron el hecho de que no está reglamentada ni mucho menos habilitada la utilización del Var Fantasma, lo que pone en el centro de la tormenta a la gran mayoría de los colegiados.

Fenifut reitera que bajo ninguna circunstancia permite que los procedimientos arbitrales involucren a terceros. Queremos dejar absolutamente claro que en ningún momento se ha utilizado ni se está aplicando alguna modalidad, sistema alternativo o variante de videoarbitraje no autorizado”, señaló el comunicado.