La continuidad de Hernán Darío “Bolillo” Gómez al frente de la Selección de El Salvador quedó prácticamente asegurada este lunes, luego de que Yamil Bukele, aspirante a la presidencia del Comité Ejecutivo de la FESFUT, confirmara que respaldará al técnico colombiano si su planilla resulta ganadora en las elecciones. Tras el anuncio, el entrenador atendió a los medios de comunicación y analizó el respaldo recibido, las críticas posteriores a la eliminatoria y los desafíos que enfrentó el equipo nacional.
Gómez comenzó expresando su agradecimiento hacia la candidatura liderada por Yamil Bukele, destacando la relación que ha construido con el país y el ambiente positivo en el que ha trabajado. El técnico aseguró haberse sentido “cómodo” y “bien tratado”, factores que han fortalecido su vínculo con el entorno salvadoreño. “Uno se encariña”, dijo, dejando claro que su intención es continuar el proceso con una mayor claridad y conocimiento del contexto local.
El estratega colombiano también mencionó que, tras seis o siete meses al mando de la Selecta, ahora se siente con una base más sólida para evaluar y planificar. “Ya no estoy tan ciego”, afirmó, reconociendo que esta etapa inicial le ha permitido formar un concepto más preciso para encarar un proyecto a largo plazo.
Bolillo lamenta lo hecho en la Eliminatoria Mundialista
Respecto a la eliminación mundialista, Gómez no evadió responsabilidades y aceptó que el rendimiento en la última ventana fue muy pobre, especialmente en la derrota ante Panamá y en el segundo tiempo frente a Surinam. El técnico reconoció el descontento de la afición y consideró “normal” que se produjeran críticas dadas las circunstancias y los resultados obtenidos.
Pese a ello, el entrenador subrayó que la selección llegó a los últimos partidos con múltiples bajas, un factor que, según él, influyó considerablemente en la capacidad competitiva del combinado nacional. Estas limitaciones, afirmó, hicieron más difícil enfrentar una eliminatoria ya de por sí complicada para El Salvador.
Con el respaldo público de Yamil Bukele —quien se perfila como el próximo presidente de la FESFUT—, el mensaje es claro: el proyecto deportivo apunta a mantenerse bajo la dirección de Bolillo Gómez, con la mira puesta en el proceso rumbo al Mundial 2030. La decisión, aunque genera debate entre los aficionados, abre un nuevo capítulo para la Selecta en su búsqueda de estabilidad y reconstrucción.
