El gerente general del Deportivo Saprissa, Gustavo Chinchilla, expresó con franqueza una realidad que muchos clubes de fútbol enfrentan: la disparidad entre la inversión realizada y los beneficios económicos obtenidos.

Sus declaraciones resaltan una problemática recurrente en el fútbol centroamericano, donde los equipos destinan grandes sumas de dinero en refuerzos, logística y salarios con la esperanza de conquistar títulos, pero al final, los ingresos directos no siempre compensan los gastos.

¿Cuál fue la denuncia del Saprissa en contra de la UNAFUT?

Gastamos millones de dólares al año para poder tener un equipo competitivo y lo que nos ganamos es un trofeo y los gastos de la fiesta de celebración. No nos estamos ganando nada. La UNAFUT debe crecer para generar un premio que esté a la altura. En Panamá el ganador del torneo se gana 40.000 dólares, aseveró el gerente general del Deportivo Saprissa, Gustavo Chinchilla.

El gerente general del Deportivo Saprissa, Gustavo Chinchilla

Las palabras de Chinchilla evidencian que el modelo económico del fútbol en la región sigue dependiendo en gran medida de patrocinios, taquilla y derechos televisivos, los cuales no siempre son suficientes para cubrir las inversiones de los clubes.

A diferencia de las grandes ligas europeas, donde los títulos suelen traducirse en premios millonarios, en Centroamérica los campeonatos no generan ingresos directos significativos.

Dilema en el fútbol de Costa Rica

Este dilema plantea una pregunta fundamental: ¿es sostenible invertir millones sin obtener una rentabilidad clara? Para equipos como Saprissa, la gloria deportiva sigue siendo un objetivo primordial, pero la necesidad de encontrar un equilibrio entre éxito y viabilidad financiera es más urgente que nunca