Alexander Robinson, defensor central del Antigua GFC, se prepara para un duelo emocionalmente cargado contra su antiguo club, el Saprissa. Aunque su corazón aún tiene un lugar especial para los morados, ahora en las filas del equipo guatemalteco, enfrentará a su exequipo en los cuartos de final de la Copa Centroamericana de la Concacaf.

Para él, este enfrentamiento significa mucho más que un partido: es la oportunidad de reencontrarse con viejos amigos, especialmente con Mariano Torres, capitán y figura de Saprissa. Durante el tiempo que estuvo en el equipo de Tibás generó una gran relación con el argentino.

Aunque Robinson ha tenido una carrera sólida, tanto en Costa Rica como en Guatemala, ha sido reservado en cuanto al intercambio de camisetas, una práctica común en el fútbol. Sin embargo, esta vez hará una excepción. “Yo no acostumbro a cambiar camisetas en mi carrera”, confiesa.

Robinson quiere jugar contra Mariano Torres

“Las pocas veces que lo he hecho, se las regalé a mi hermano, pero esta vez sí quiero llevarme un recuerdo de Mariano Torres. Le voy a hablar y le diré que, si en el partido de vuelta se puede, cambiemos camisetas”, mencionó con una sonrisa.

Alexander Robinson quiere enfrentarse a Mariano Torres.

El afecto que Robinson siente por Torres no solo está basado en el respeto profesional, sino en una amistad que ambos forjaron durante los años que compartieron en Saprissa. El defensor tuvo nobles palabras para referise a su ex compañero.

“Sé lo que Mariano llegó a significar en el club, la figura que es y por la amistad que tenemos. Siempre hemos hablado en los buenos y malos momentos de Saprissa. Es el capitán y líder del equipo, y para mí sería un buen recuerdo tener algo de él, añadió el defensor con admiración.

Una mezcla de alegría y tristeza

A pesar de la emoción de enfrentarse a su antiguo club, Robinson se encuentra dolido al saber que no podrá disputar el partido de ida en el Estadio Pensativo de Antigua, debido a una suspensión por acumulación de tarjetas amarillas. Sentí una gran felicidad porque el equipo se va a medir a un rival al que le tengo muchísimo cariño y porque en el partido de vuelta voy a jugar en mi tierra. También sentí tristeza porque sabía que me perdería el primer partido”, expresó con evidente pesar.