Washington Ortega sacó a la luz uno de los aspectos menos visibles, pero más determinantes, del camino de la Liga Deportiva Alajuelense hacia la estrella 31: el exigente método de trabajo impuesto por el Machillo Ramírez.

Pero también el Machillo Ramírez decidió regresar a Alajuelense no para iniciar un nuevo proyecto desde cero, sino para enfrentar una herida que seguía abierta.

Su retorno al banquillo rojinegro estuvo marcado por una motivación emocional profunda, vinculada a la final perdida ante Herediano, un episodio que lejos de ocultar, eligió asumir como parte del camino.

El método que Machillo Ramírez aplicó en Alajuelense para ganar la 31

Esa derrota ante Herediano se convirtió en el eje de su método de trabajo, utilizando el recuerdo del subcampeonato como un recordatorio constante dentro del CAR.

Para Ramírez, no se trató de borrar el pasado, sino de mantenerlo presente como una forma de exigir, incomodar y reforzar la mentalidad competitiva del grupo.

Machillo Ramírez – Alajuelense

Washington Ortega explicó que el método del Machillo Ramírez fue mucho más que un gesto simbólico dentro del camerino.

El técnico utilizó el recuerdo de la final perdida ante Herediano como una herramienta constante de motivación, obligando al plantel a convivir con ese golpe.

Así lo vivió Washington Ortega

Tenía la medalla del segundo puesto con Heredia, que la puso en la puerta. Entonces, cerraba y golpeaba siempre. Y era: ‘Mirá, salimos segundos y vamos a salir campeones”, compartió Washington Ortega para Ferlin Fuentes.

A mí me la hizo y no la puse en la puerta, sino que cuando abro la puerta del apartamento tengo todas las medallas ahí y esa la tenía como en la mitad, que resaltara”, puntualizó Ortega.

Washington Ortega – Alajuelense

Cuando él llegó lo dije en la arenga: lo tenemos que cuidar, porque es una persona muy importante para el club. Ha ganado mucho y él tenía que llegar y ganar nuevamente”, añadió el guardameta rojinegro.

Esa medalla de subcampeón, presente en el día a día del CAR, se convirtió en un recordatorio incómodo pero efectivo que marcó la mentalidad del grupo rumbo a la conquista de la estrella 31.