Miguel Davis, aquel mediocampista que durante la década de 1990 brilló con Liga Deportiva Alajuelense y la Selección de Costa Rica, hoy vive una realidad muy distinta a la de sus días de gloria deportiva.

Davis debutó con la Liga en 1989, se coronó campeón nacional en 1991 y tras pasar por Turrialba, Carmelita y Cartaginés, se retiró en el año 2003 vistiendo la camiseta de Limón. Su talento le abrió la puerta al Mundial de Italia 1990 con la Selección mayor, aunque la indisciplina le impidió sumar minutos. Pese a todo, esta es una experiencia que recuerda como una de las más significativas de su vida.

Imagínese que era la primera vez que me subía a un avión. Fue una gran experiencia y aunque no nos hicimos millonarios, pasamos momentos lindísimos”, relató Davis en entrevista para La Teja en junio de este año, cuando se cumplieron 25 años de aquel torneo histórico.

Miguel Davis fue parte del seleccionado costarricense en Italia 90 (Retro Fútbol Costa Rica).

Una vida transformada por la fe y la familia

Hoy, Davis tiene cuatro nietos y trabaja desde hace tres años en la cartonería Corrugados Alta Vista, donde se encarga de armar divisiones para cajas. Su vida dio un giro radical tras conocer a su esposa Zeidy, quien lo acercó a la fe y lo ayudó a alejarse de los malos hábitos que habían limitado su carrera.

“Vivo muy bien, gracias a Dios, tengo salud, mi trabajito… fui muy mal portado. Tuve seis hijos con tres mujeres diferentes, era muy mujeriego… eso creo lo traía desde niño”, confesó el nacido en Pocora, agregando: “Llevo 15 años portándome bien; conocí a Dios gracias a mi esposa, y ahora tengo una vida muy tranquila. Hay momentos buenos y momentos difíciles, pero gracias a Dios vamos saliendo adelante”.

Davis junto a su esposa (La Teja).

A pesar de todo, el ex jugador mantiene orgullo y gratitud por lo que logró como futbolista: “Me siento contento porque hace 35 años logramos lo impensado y luego de eso, seguimos con nuestra vida, yo me retiré en 2003 con Limón y logré muchas cosas muy bonitas”.

El legado inmarcesible de Italia 90

El recuerdo de Italia 90 lo acompaña a todos lados y, aunque ya casi no conserva objetos físicos del Mundial, asegura que en su trabajo lo llaman “Leyenda” y lo tratan con respeto.

La verdad es que tuve que haber hecho un montón de cosas, pero los planes no salieron como quería, Dios me tenía otro destino. Pero no me quejo, llegué a primera división, pude representar a la Selección y pude estar en un Mundial, lo que cualquier jugador desea”, afirmó el ex manudo.

Miguel Davis fue campeón con Alajuelense (Facebook).

Sobre los recuerdos materiales, Davis confiesa que tuvo que desprenderse de sus camisetas y otros objetos de colección que un coleccionista le ofreció comprar: “Tenía mis camisas, varias cositas, pero hubo un momento en el que estaba en problemas, un señor ofreció comprarme todo, tenía un museo y quería esas cosas y se las vendí, se las llevaron para España. Lo único que tengo es el disco en donde está la canción del Mundial ‘Un verano italiano’”.

Hoy, Miguel Davis vive una vida tranquila, con familia y fe, lejos de los reflectores pero con la satisfacción de haber dejado una huella imborrable en la historia del fútbol tico.