La mañana despertó con un murmullo entre los pasillos morados: Luis Paradela ya está en suelo costarricense. El cubano, uno de los jugadores más determinantes en los últimos torneos para el Deportivo Saprissa, fue visto en el país mientras las redes sociales se encendían con teorías, rumores y, sobre todo, inquietud.

El regreso del caribeño no es menor. Su desempeño con la camiseta morada dejó una huella importante en Tibás, pero también sembró dudas tras su salida al fútbol rumano, donde recaló en el Universitatea Craiova. Desde entonces, la posibilidad de su continuidad se convirtió en una novela con capítulos intensos, y cada uno de ellos seguido con lupa por una afición dividida.

Aunque su presencia en Costa Rica parecía una señal de esperanza para quienes soñaban con verlo de nuevo como figura en el Ricardo Saprissa, lo cierto es que las intenciones del club van por otro rumbo. La directiva del Monstruo tiene sobre la mesa todos los documentos y está lista para concretar una firma clave, aunque no precisamente la que el corazón del saprissismo más anhelaba.

¿Qué sucederá con el futuro de Luis Paradela?

El periodista Kevin Jiménez confirmó lo que muchos preferían no escuchar: Luis Paradela se quedará seis meses más en el Universitatea Craiova de Rumania. El acuerdo contempla, además, una opción de compra cuyo valor será mayor al inicialmente pactado, lo que complica aún más un eventual retorno.

Luis Paradela seguirá jugando en Rumania.

Saprissa, por su parte, espera dejar todo resuelto en los próximos días. La llegada del jugador al país no se traduce en una vuelta al club, sino en la necesidad de afinar detalles administrativos y contractuales que permitan cerrar el capítulo de forma oficial.

Con esta decisión, el equipo tendrá que mirar hacia nuevas opciones para reforzar su ofensiva, mientras parte de su hinchada digiere una noticia que golpea por igual al corazón y a la ilusión. Paradela se marcha por ahora, con la promesa de más minutos en Europa, y Saprissa se queda con la tarea de llenar un vacío difícil de reemplazar.