El Deportivo Saprissa respira con cierto alivio tras recibir una noticia que podría cambiar el rumbo de su lucha por meterse en la fase final del torneo. Tras empatar el último fin de semana ante Cartaginés, el club de Tibás recibe una importante novedad.
Y es que el Brumoso, uno de sus principales rivales directos por la clasificación, afrontará un cierre de fase regular lleno de complicaciones en su plantilla. Esto podría ser una gran oportunidad para los morados para pasarlos en la tabla.
¿Qué buena noticia recibió Saprissa?
Cartaginés se quedó sin sus dos defensas centrales titulares: Kevin Espinoza fue expulsado en su último partido, mientras que Randall Cordero, una de las grandes revelaciones del torneo, acumuló su quinta tarjeta amarilla, lo que automáticamente le implica un juego de sanción. Esta situación debilita considerablemente la zaga central del equipo dirigido por Andrés Carevic.
Aunque el Brumoso ya baraja alternativas para cubrir estos vacíos, como el ingreso de Marcelo Pereira, quien entró de cambio tras la expulsión de Espinoza, o la opción de acomodar a jugadores como William Quirós, Diego Mesén, o incluso un lateral como Diego González como central improvisado, la ausencia de sus piezas clave representa un desafío mayúsculo en este tramo decisivo.
Pero los problemas para el Cartaginés no terminan ahí. También está en duda uno de sus hombres más regulares y determinantes: el delantero Marcos Ureña, quien abandonó el último compromiso por lesión. El club aún no ha emitido un informe médico oficial sobre su estado, lo que mantiene en suspenso su disponibilidad.
Saprissa ve una luz en el camino
Para Saprissa y su entrenador, Paulo Wanchope, este panorama en Cartaginés es una noticia que se celebra puertas adentro. Ambos equipos pelean mano a mano por un lugar entre los cuatro mejores que avanzan a la fase final, y en este momento, el Morado se encuentra a solo dos puntos de distancia, luego de haber igualado 1-1 en su último encuentro.