En el cierre del campeonato nacional, la presión comienza a hacerse sentir en Tibás. Y no es para menos: una revelación del presidente y técnico de Herediano, Jafet Soto, reavivó viejos fantasmas alrededor de Paulo César Wanchope, actual entrenador del Deportivo Saprissa.
Aunque sus palabras datan de casi dos años atrás, el eco de aquella dura sentencia vuelve a resonar con fuerza. En 2023, cuando Wanchope dirigía a Cartaginés, Jafet Soto había sido contundente al analizar su trayectoria:
“Yo entiendo que su carrera como entrenador no soporta un fracaso más, su carrera como entrenador ha sido regular – mala”, disparó Soto, poniendo en duda la capacidad de resiliencia del exmundialista ante nuevos tropiezos.
Un antecedente que mete miedo en Saprissa
La preocupación no es infundada. Hay un antecedente claro que sostiene los dichos de Soto: la última vez que el Herediano quedó eliminado de la fase final de un torneo fue en 2008… y el entrenador era, justamente, Paulo Wanchope.
Ahora, la historia amenaza con repetirse. Saprissa se juega su clasificación en las próximas jornadas, y quedar fuera de la fase final sería un golpe durísimo no solo para el club más laureado del país, sino también para la ya golpeada carrera como entrenador de Wanchope.
Con los morados batallando codo a codo para mantenerse entre los cuatro mejores, el margen de error es mínimo. La sombra del pasado y las críticas que alguna vez le lanzó Jafet Soto parecen agregarle todavía más presión al banquillo tibaseño.
¿Podrá Wanchope cambiar su historia?
En Tibás hay optimismo, pero también una dosis de inquietud. Wanchope sabe que el cierre del torneo no solo define el futuro inmediato de Saprissa, sino también el suyo propio como estratega. Un nuevo fracaso podría representar un golpe difícil de revertir para su imagen profesional.