La destacada actuación de Ismael Díaz en la Copa Oro 2025 no es una sorpresa. Si no, más bien, la confirmación de la gran temporada que venía realizando con la Universidad Católica de Ecuador y le permitió erigirse como el máximo artillero del torneo, con 6 goles, a pesar de la eliminación de la Selección de Panamá en los cuartos de final.
Esta cifra lo llevó a ser el panameño que más anotaciones (16) registra en la historia del certamen de la Concacaf. Pero también a poner su nombre en la primera plana del fútbol mundial: Díaz lidera el ránking de goleadores en competiciones internacionales en lo que va del 2025, ubicándose por encima de estrellas como Ousmane Dembélé, Lauto Martínez o Harry Kane.
Todas estas distinciones afectaron directa e inevitablemente en la cotización del delantero de 28 años, quien está llamando la atención en el presente mercado de fichajes al ser pretendido por varios equipos.
¿Dónde jugará Ismael Díaz?
Actualmente, son tres los equipos interesados en contratar a Díaz: uno es de México (en su momento sonó Santos Laguna), otro de Ecuador (Liga de Quito, se rumorea, puso los ojos en él) y Vitória de Brasil, que no estaría dispuesta a pagar los 2 millones de dólares que pretende Universidad Católica.
Sin embargo, su actual club también quiere retenerlo. Por eso, “esta semana habrá una reunión de mucho peso, una alta mesa en la U Católica con Ismael Díaz para tomar la decisión final: si es que renueva de aquí a dos años, si es que sigue hasta diciembre y se va libre, o se va al equipo que ponga más dinero”, aseguró el periodista José Miguel Domínguez.
Sea cual sea la decisión que tome, el ex Tauro deberá priorizar seguir teniendo protagonismo en una liga competitiva. Y, idealmente, no resignar el roce internacional que venía ganando en la Copa Sudamericana —de la cual también es el máximo goleador, con 6 dianas—.
Se vienen meses decisivos para las aspiraciones de Panamá, que se trazó como el principal objetivo clasificar al Mundial 2026. Y el “Príncipe” es un elemento central en el esquema de Thomas Christiansen.