El delantero español le mostró al tico que para él pueden pasar los años, pero su talento sigue intacto.
Desde la llegada de Ronald Matarrita a New York, fue nada menos que con David Villa, campeón del mundo en 2010, con quien logró mayor conexión. Desde aquel saludo del primer entrenamiento hasta la selfie para festejar el primer título del City ante Chicago, ambos parecen ser inseparables.
Incluso el español llegó a decir que “Matarrita es de los mejores fichajes para éste año, ya que no teníamos un jugador así y nos caerá muy bien”.
Ya compinches, ambos se desafiaron en el entrenamiento a anotar un gol desde atrás de la portería y fue Matarrita quien abrió el juego con un tiro fantástico que festejó luego de convertir. Pero Villa, que no quería dejar que un jovencito le mojara la oreja, colocó el balón mucho más atrás todavía, miró a los ojos al tico, y le dio ésta verdadera lección.