El delantero de la selección panameña no ocultó su deseo de lograr la tan ansiada clasificación a la cita mundialista en Rusia, y confía en que hay equipo para conseguirlo.
Roberto Nurse nació en Cuernavaca, México, pero es canalero hasta los huesos, porque así lo quisieron sus padres, a los que nunca olvida saludar cuando le toca dar una entrevista. Es, también, la voz de la experiencia en la Selección de Panamá, junto a otros experimentados futbolistas como Jaime Penedo, Felipe Baloy, Luis Tejada y Blas Pérez.
Precisamente éstos jugadores, todos mayores de 30 años, saben que están jugándose la última oportunidad para cumplir el gran sueño de todo aquel que desde niño eligió crecer con un balón en los pies. En conversación con FutbolCentroAmérica, previo a la doble fecha de Eliminatorias ante Haití, el goleador de Mineros de Zacatecas no le escapó a la responsabilidad de estar en el Mundial de Rusia.
Somos conscientes de que es la última gran oportunidad, pero para nosotros como jugadores, porque Panamá puede tener más oportunidades con las diferentes categorías que vienen abajo. Obviamente tenemos toda la responsabilidad y las ganas de poder conseguirlo, y estamos trabajando para poder ir a éste Mundial. Es lo que todos queremos, es el sueño de todo jugador profesional. También es una presión extra, pero es lindo jugar así.
¿Qué le falta a Panamá para dar ese gran paso adelante que lo lleve a un Mundial?
Es muy claro que ha faltado ese toque de picardía, esa inteligencia para poder manejar los partidos. Es algo mental. No es una cuestión futbolística, porque en ese aspecto Panamá está muy bien. El tema es estar concentrados y manejar los partidos cuando se está siendo superior al rival. Si la mejoría se refleja en la posesión, materializarla con goles; y si se plasma en una ventaja en el marcador, tener esa inteligencia para que no se escape como en ocasiones anteriores.
¿Cómo se trasmite ese mensaje a los más jóvenes?
Es complicado, porque las jerarquías que antes se respetaban muchísimo ya no se respetan tanto. Toca hablar seriamente con ellos, decirles que tienen un gran futuro, porque tienen todas las cualidades, pero que si no aprovechan todas las oportunidades que la vida les presenta muy difícilmente vuelvan a tener una oportunidad así. Tienen que estar bien enfocados, olvidarse del celular cuando estamos en el autobús rumbo al estadio. Son cuestiones que parecen tontas, pero que dentro de la cancha se reflejan. Muchas veces, el que estuvo con el celular es el que después se distrae y comete un error que termina costando el partido. Uno busca la manera de hablarles, pero sobre todo de convencerlos que es lo más importante.
¿Crees que esas distracciones, más allá de cuestiones físicas, llevaron al enojo de Bolillo con los jugadores del fútbol local?
Lo que pasa es que a la gente no le gusta escuchar la verdad, pero es así. La liga en Panamá todavía no es una competencia tan importante como debería ser. La selección le ha dado un status diferente al fútbol panameño gracias a que la mayoría de los que la integramos jugamos en el exterior. Los sueldos que se perciben en la liga local son bajísimos y eso también es una cuestión que influye, porque los muchachos que ayudan en sus casas tienen toda la presión económica de sacar adelante a su familia. Y eso también es algo que lleva a que se desconcentren.
Si todos jugamos como una gran familia, el objetivo de ir al Mundial se va a cumplir
¿Qué tiene que hacer la Federación o la Liga Panameña para superar esas carencias?
No sé si es cuestión de la Federación o cuestión de la Liga, pero pienso que sería bueno conseguir buenos contratos de televisión, más patrocinadores, para que pueda haber un mejor salario para los jugadores. Eso va a llevar, como consecuencia, a que se brinde un mejor espectáculo, que se premierá con mayor cantidad de gente en los estadios.
¿Y de parte del jugador?
Los jugadores tienen que aprender a alimentarse mejor, tienen que prepararse para saber cómo dar una entrevista, para saber vestir. Son factores que los forjan como personas y como futbolistas. A veces se piensa que es sólo entrenar y jugar, pero hay muchas cosas fuera de la cancha que son necesarias para poder ser un jugador importante.
¿Qué le aportó a la selección la llegada de Bolillo?
Impuso su suello, su alegría para ver el fútbol y para transmitir su idea. También la confianza y la consulta permanente a los jugadores más experimentados, para lograr un buen manejo de grupo que permita conquistar el sueño de todos que es ir al Mundial.
¿Haití sigue siendo un misterio?
Ya sabemos a lo que nos vamos a enfrentar. También es una selección que ha crecido, lo demostró en la Copa de Oro, donde nos tocó enfrentarlos. Es un rival de respeto, pero sabemos que si jugamos como tenemos que jugar vamos a ganar ese partido en Haití, que es lo que todos queremos.
En 2018 me veo con mi gorrito, muerto de frío, preparado para jugar los partidos del Mundial
¿Cómo recibieron la visita y compañía de Román Torres?
Nos dio mucha alegría verlo con el grupo. Él es nuestro líder, es la persona que mantiene unido a éste grupo. Le ha tocado ser el capitán casi durante los dos años que a mí me ha tocado venir a la selección. Le tenemos un gran respeto, pero también muchísimo cariño.
LA COPA AMÉRICA, EL OTRO GRAN DESAFÍO
El sorteo determinó que Panamá deberá enfrentarse con Chile y Argentina, nada menos que el campeón y subcampeón de la última edición de la competencia. Pero para Roberto Nurse lo importante es el privilegio de participar y prometió que darán batalla.
Para nosotros es un orgullo estar en esa copa histórica, porque es la del centenario. En un torneo tan prestigioso, cualquier grupo iba a ser complicado, porque todos los equipos tienen una historia y una jerarquía que es envidiable. Es un privilegio poder competir contra ellos, y los partidos hay que jugarlos. Así como ellos no pueden decir que tendrán el triunfo, nosotros no podemos darnos por vencido antes de tiempo. Tenemos que luchar, demostrar lo profesionales que somos, jugar con dignidad y representar bien a nuestro país en un torneo tan importante.
+Nurse llega dulce ante Haití