La goleada 3-0 a manos del Motagua de Honduras, que significó el fin del sueño para el equipo salvadoreño fue un golpe muy duro para dicha afición, la cual hizo sentir su tristeza.

El primer reflejo del descontento de la hinchada de Alianza con su equipo fueron los pocos aficionados que asistieron al sector sol del estadio, donde está la barra tradicional del club.

De igual forma, El Gráfico comentó que durante el himno nacional no se cambió la palabra “consagrar” por “Alianza”, como se hace habitualmente.

“Y cuando se movió el balón hubo un silencio, ningún instrumento se tocó y se comenzaron a escuchar coros que exigían más a sus jugadores”, agregó el medio salvadoreño.

Después de unos minutos volvió de a poco el afecto de la afición para su escuadra, que antes del medio tiempo ya doblegaba a Limeño.