El defensor costarricense se mostró agradecido y feliz por la confianza que le dieron en Espanyol desde su llegada, lo que le permitió afianzarse y convertirse en un jugador clave con apenas dos meses en el equipo.
Un caso como el de Óscar Duarte en su arribo a La Liga BBVA no se vive todos los días; mucho menos con futbolistas centroamericanos, a los que históricamente les ha costado períodos más o menos extensos de adaptación integrarse a un nuevo club en Europa; incluso le pasó al propio Keylor Navas, máximo referente de la legión tica.
Pero el defensor, que llegó al Espanyol en enero, parece que hiciera una vida que juega bajo las órdenes de Constantin Galca.
Siempre me recuerdo con un balón, mi madre lo sufría porque dos por tres rompía algo en la casa
En una entrevista con el diario Marca, Duarte calificó como un sueño todo lo que le toca vivir en la liga más importante del mundo: “La verdad es que estoy bien, estoy contento porque las cosas me están saliendo muy bien. A los pocos días de llegar empecé a entrar en juego y, de momento, sigo participando. La confianza del técnico, en ese sentido, está siendo fundamental porque me da tranquilidad y me permite centrarme en el trabajo, en el equipo. Doy gracias a Dios por todas las cosas que me está dando”.
El tico confesó ser un aficionado al fútbol español desde pequeño, y contó sus sensaciones por estar jugando hace ya dos meses en el torneo que antes veía por televisión: “Estar aquí ya es la culminación de mis sueños. Jugar en España es muy bonito y muy importante, es una de las mejores competiciones del mundo y la estoy luchando y disfrutando”.
Si bien Duarte ya había manifestado que Paolo Maldini había sido su referente en el puesto, reveló a otros dos ídolos de su juventud: “No me perdía ni un partido de Ronaldo y Ronaldinho por televisión. Creo que marcaron a muchos niños de todo el mundo”, concluyó.
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