A la hora de hablar de Diego Armando Maradona muchas cosas pueden decirse. Sería inocuo obviar su talento abismal, su facilidad para ejecutar gambetas y sacarse hombres de encima con suma facilidad. Eso, al menos, dentro del campo de juego. Por fuera, las opiniones son diversas.
Edgardo Codesal, árbitro de aquella final de Italia 1990 que tanto ha dado que hablar, tiene una postura firme respecto a eso último. “Era un líder total.Transmitía todo dentro del campo. Como jugador, todos mis respetos y admiración, vi cosas increíbles por parte de él. Como jugador un crack;como persona, despreciable“, manifestó en diálogo con Radio 1010.
El mexicano había sido designado para el partido que decidía al campeón del mundo, en una reedición del encuentro definitorio de 1986: si era la Argentina de Bilardo que levantaría por segunda edición consecutiva la copa, o si Alemania se tomaría revancha de la derrota ante los sudamericanos cuatro años antes.
“ Si yo hubiese aplicado el reglamento, debí expulsarlo antes del partido por el insulto hacia todo el estadio “, reveló más adelante el norteamericano. “ Traté de calmarlo y de explicarle lo que estábamos jugando. Es uno de los mejores jugadores del mundo y no lo supo entender “, agregó al respecto.
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Finalmente, disparó con munición gruesa contra el 10 argento: “Yo podría haberlo echado porque nunca entendió la disciplina. Cuando yo expulso a Monzón, él viene a gritarme que sabía del robo armado por la FIFA, yahí también podría haberlo expulsado. Siempre contemplé lo que era como futbolista, pero como persona es de lo peor que conocí en mi vida“.