El 5 de julio del 2014 es una fecha recordada por todos en Costa Rica. Ese día, el villano llamado Tim Krul, que respondía a las órdenes de Louis van Gaal, terminó con el sueño de La Sele en el Mundial de Brasil 2014.
En una jugada estratégica del entrenador de Países Bajos, el portero ingresó a los 120 minutos del partido de los cuartos de final, justo para los penales, y en la tanda que definió la clasificación a las semifinales, acertó la dirección del balón en los cinco disparos ticos y contuvo dos.
El primero que atajó Krul fue a Bryan Ruiz, que ejecutó el segundo de la serie tras la conversión de Celso Borges, y después le negó el festejo también a Michael Umaña, quien fue el encargado del quinto penal. Esa salvada decretó la clasificación a semifinales de los europeos, que luego perdieron con Argentina.
La revelación de Tim Krul que indigna a Costa Rica
Desde entonces, ha sido el apuntado por todos en Costa Rica. Y hace poco, a propósito de los 10 años de aquel partido, habló con el sitio de la FIFA en una entrevista referida expresamente a aquellos penales.
“La gente sigue hablándome de aquello y eso me alegra porque es uno de los mejores recuerdos de mi vida”, empezó el neerlandés y siguió con el relato de lo que fue aquel momento en el que se dio cuenta de que iba a ingresar.
“Para mis adentros, sin faltarle el respeto a Costa Rica, pensaba que les ganaríamos en los 90 minutos y con eso habría sido feliz. Pero cuando seguimos rematando a los palos y fallando esas ocasiones, empecé a darme cuenta de que podía ocurrir de verdad”.
Tim Krul se metió con el orgullo de todo Costa Rica
Otro aspecto de aquella definición fue que más allá de sus atajadas, Krul jugó psicológicamente con los futbolistas de La Sele, algo similar a lo que ahora patentó el Dibu Martínez. Y sobre eso también habló el neerlandés.
“Sin dudas que hubo un factor psicológico. Así pudo verse en la cara del seleccionador de Costa Rica y estoy seguro de que también habrá tenido un impacto en la mente de sus jugadores”, reveló Krul sobre lo que notó en Jorge Luis Pinto.
“Para mí, lo más importante era meterle presión al que lanzaba el penal, que en un Mundial lleva las esperanzas de un país sobre sus hombros. Y si luego ven además a un portero holandés chiflado de 1,93 metros de pie frente a ellos, intentando ponérselo más difícil”, concluyó Krul sobre aquella tristemente célebre jornada en la Arena Fonte Nova de Salvador.