Alajuelense atraviesa un problema que va más allá de los resultados en el campo. Tras su reciente derrota por 3-0 ante su eterno rival, Saprissa, en “La Cueva”, los manudos ven cómo se reavivan las dudas y los fantasmas de enfrentamientos pasados, pese a haber sostenido una racha de 27 partidos invictos en todas las competiciones.

Este clásico, que siempre es un examen de carácter y habilidades, deja al descubierto una problemática que no solo afecta a la Liga en el plano futbolístico, sino también en el psicológico. La racha positiva terminó en la misma cancha donde la Liga suele tener dificultades, y esto sugiere un problema que se arrastra más allá del técnico actual.

El problema de Alajuelense es psicológico

Desde la psicología deportiva, la situación de Alajuelense puede interpretarse como una cuestión de presión y exigencia frente a un rival y escenario específicos. Para el psicólogo deportivo Luis Ortega, que habló con CRHoy, existen varios factores que inciden en el rendimiento de un equipo, además de los aspectos técnicos y tácticos.

“Todo lleva un tema de preparación, no solo psicológico; también está lo técnico, táctico y físico para los partidos. Pero posiblemente hay variables psicológicas que están influyendo para que se puedan dar este tipo de circunstancias, explicó Ortega en una entrevista.

La derrota de Saprissa generó la vuelta de fantasmas del pasado.

Y agregó: Se cruzan pensamientos de que se debe lograr un resultado a toda costa y eso más bien puede jugar en contra. Después de una situación así van a surgir emociones que no son tan placenteras, en cualquier persona… Entonces ahí surge la frustración, el enojo y la tristeza”.

El rival, Saprissa, también juega un papel importante en este contexto. Alajuelense ha intentado trabajar el aspecto psicológico para contrarrestar la influencia negativa de estos encuentros, pero el Morado parece tener la capacidad de explotar esta vulnerabilidad de su oponente. Ortega señaló que el equipo rival puede aprovechar esta ventaja psicológica y utilizarla a su favor, generando una especie de “profecía autocumplida” en la que Alajuelense, consciente de sus dificultades en estos encuentros, termina fallando.