En el Saprissa , una de las mayores preocupaciones para su entrenador, José Giacone, es cumplir con la regla sub-21 impuesta por la Unafut , que obliga a los equipos a sumar 1,440 minutos de juego con futbolistas menores de 21 años durante la fase regular del campeonato. Actualmente, han acumulado 1,077 minutos y necesita sumar 363 minutos más en los últimos cinco encuentros para evitar una sanción de tres puntos.
El futbolista que sería la solución de José Giacone
En medio de esta presión, el joven Kenay Myrie, de apenas 18 años, se ha convertido en una pieza fundamental para cumplir con esta norma y aliviar uno de los grandes desafíos para José Giacone.
El juvenil debutó recientemente en el primer equipo, no solo es quien más ha contribuido a los minutos sub-21 de Saprissa, sino que, al haber nacido en 2006, cada minuto que juega en el campo se multiplica en un 125% de su valor. Esto significa que sus minutos aportan más que los de otros jugadores sub-21, lo cual es clave para alcanzar el objetivo en el menor tiempo posible.
Por ejemplo, si Kenay juega 90 minutos en un partido, se le sumarán 112.5 minutos efectivos, lo que permite a Giacone gestionar estratégicamente su participación y la de otros jóvenes.
Otros futbolistas que podrían ayudar Saprissa
Además de Myrie, Saprissa cuenta con otros futbolistas como Abraham Madriz, Alberth Barahona, Julián González, Kenneth González, Dax Palmer y Fabricio Alemán, quienes también pueden contribuir a los minutos sub-21. Sin embargo, algunos de estos jugadores han tenido poca o nula participación en el torneo.
Fabricio Alemán, por su parte, es un recurso útil, aunque su aporte es menor, ya que al haber nacido en 2003, sus minutos solo cuentan en un 50%. Esto ha hecho que Kenay se convierta en la principal carta del equipo para cumplir con la regla sin poner en riesgo los resultados en cancha.
De cara a los próximos partidos, Giacone tendrá que ser meticuloso con los minutos de juego sub-21. Si bien a Saprissa le faltan 363 minutos para cumplir la norma, no puede cubrir todo en un solo partido, ya que la regla permite registrar un máximo de 180 minutos sub-21 por juego. Así que el estratega argentino deberá repartir estratégicamente la participación de Myrie y otros juveniles para llegar a la meta sin comprometer el rendimiento del equipo.