El atacante panameño Omar Browne fue la gran figura del Estudiantes de Mérida en su triunfo 2-1 ante el Zamora FC, por la jornada más reciente del fútbol venezolano. Con un gol, múltiples intervenciones ofensivas y una destacada presencia en el terreno de juego, Browne se consolidó como el motor ofensivo de su equipo durante los 86 minutos que estuvo en cancha.
Su gol fue determinante para sellar la victoria, pero su influencia fue mucho más allá del marcador. Participó activamente en el desarrollo del juego, registrando 49 toques de balón, completando 18 de 25 pases (un 76 % de efectividad), y demostrando capacidad para asociarse y desbordar por los costados cuando su equipo más lo necesitaba.
En el uno contra uno, Browne también impuso condiciones. Completó 3 de los 6 regates que intentó, generando peligro constante y forzando faltas. Además, ganó 9 de los 15 duelos individuales que disputó, lo que evidenció su compromiso físico y su habilidad para imponerse en situaciones de presión.
Su labor ofensiva se complementó con dos centros al área, uno de ellos preciso, y múltiples movimientos que abrieron espacios para sus compañeros. Fue el futbolista más desequilibrante del partido, y su actuación no pasó desapercibida para la prensa local y los aficionados del conjunto académico.
Omar Browne en busca de convencer a Thomas Christiansen
Con este rendimiento, Browne sigue consolidándose como una de las piezas clave del Estudiantes de Mérida en la presente temporada. Su liderazgo dentro del campo y su capacidad para marcar diferencias lo colocan como un referente dentro del equipo, que aspira a mantenerse en los puestos de protagonismo en la liga venezolana.
De seguir con este nivel, el delantero canalero no solo podría ser clave en las aspiraciones de su club, sino también volver a captar la atención del cuerpo técnico de la selección nacional de Panamá, que no lo toma en cuenta desde hace dos años.