La Fedefútbol estuvo a punto de cerrar un fichaje clave para el futuro del fútbol nacional: Agustín Lleida. Sin embargo, el exgerente deportivo de Liga Deportiva Alajuelense declinó la oferta para asumir la dirección de las selecciones nacionales. Su decisión ha llevado al organismo a buscar una alternativa, inclinándose finalmente por Ángel Catalina, un nombre también conocido en el medio costarricense.
Durante su etapa en la Liga, Lleida revolucionó la estructura del club. Bajo su gestión, los rojinegros no solo lograron títulos, sino que también fortalecieron sus divisiones menores y modernizaron áreas clave para el desarrollo deportivo. Su enfoque profesional y su capacidad para gestionar recursos humanos y financieros lo convirtieron en un referente del fútbol costarricense.
¿Por qué Agustín Lleida no aceptó la propuesta de Costa Rica?
A pesar de su impacto positivo en el país, Agustín Lleida actualmente está inmerso en un nuevo desafío profesional como parte del Grupo Pachuca en España. Desde su puesto en la gestión deportiva del Real Oviedo, el español agradeció la propuesta de la Federación de Costa Rica, pero optó por continuar su proyecto en Europa.
Con la negativa de Lleida, la Fedefútbol encontró en Ángel Catalina una opción confiable para encabezar la dirección de selecciones nacionales. El españoñ, exgerente deportivo del Saprissa, ya conoce el entorno costarricense y cuenta con el respaldo de figuras influyentes del fútbol local, como Juan Carlos Rojas, presidente del Saprissa; Jafet Soto, gerente del Herediano; y Osael Maroto, presidente de la Fedefútbol.
¿Por qué fueron por Ángel Catalina?
Catalina ha demostrado su capacidad tanto a nivel local como internacional, lo que lo convierte en un candidato idóneo para enfrentar el desafío de dirigir el rumbo de las selecciones nacionales. Con experiencia en proyectos deportivos complejos, su nombramiento busca garantizar continuidad y profesionalismo en el proceso de crecimiento del fútbol costarricense.
La Fedefútbol se encuentra en un momento clave para definir el rumbo de sus selecciones. La negativa de Lleida podría interpretarse como una oportunidad perdida, pero también abre la puerta a nuevas perspectivas con Catalina. La experiencia de este último en la región y su capacidad para manejar proyectos deportivos serán esenciales para consolidar un plan que devuelva a Costa Rica a los primeros planos del fútbol internacional.