La situación que vive Keylor Navas en Newell’s Old Boys es agobiante. Si bien el portero costarricense es la gran figura y capitán, el equipo tuvo un flojo arranque en el campeonato argentino: apenas sumó 3 puntos de 21 posibles y está en sótano de la tabla de posiciones de la Zona A.
Como consecuencia, se agravó la crisis institucional que vive la Lepra. Y en los últimos días, después de la derrota contra Rosario Central en el clásico, llegó a un punto crítico con la toma de las instalaciones de Newell’s por parte de aficionados y miembros de la barra brava pidiendo la renuncia del presidente, Ignacio Astore.
Sin embargo, aun en medio de esta compleja realidad que le toca vivir durante su estadía en la tierra de los campeones del mundo, el ex Saprissa encontró un motivo para celebrar y centrarse en lo más importante que tiene: su familia.
Keylor Navas vive un día más que especial
Este viernes 28 de febrero es el cumpleaños número 11 del hijo mayor de Keylor Navas y su esposa Andrea Salas: Mateo, quien está determinado a hacer del fútbol su profesión, inspirado, inevitablemente, por la figura de su padre. De hecho, juega en la misma posición.
Sin embargo, aún es un niño. De modo que solo el tiempo dirá si se mantiene en este camino. Cuando estaba en la academia del PSG, Mateo Navas sorprendió a todos con sus atajadas. Y hace dos meses, ya en la academia de Fútbol Consultants Edson Soto, jugó la Copa Rayados en Monterrey, México.
Este momento de desconexión llegará pronto a su fin para Keylor, quien volverá a entrenar bajo las órdenes de su nuevo entrenador, Cristian “Ogro” Fabbiani, pensando en el próximo partido de Newell’s, que será este lunes 3 de marzo contra Atlético Tucumán.