Este viernes, Hatayspor FC, equipo en el que milita el legionario costarricense Francisco Calvo, sufrió una dura goleada 5-1 en su visita al Besiktas, resultado que dejó al equipo al borde del abismo en la Superliga de Turquía.

Con apenas 19 puntos en 31 partidos disputados, el club de la ciudad de Antakya ocupa la 18.ª posición, hundido en la zona de descenso y separado por 15 unidades de la salvación, a falta de pocas fechas para el final de la temporada.

Hatayspor recibe el adiós menos pensado

Con el equipo virtualmente descendido tras la derrota, las redes sociales del Hatayspor se llenaron de mensajes. Sin embargo, lejos de los insultos o las críticas que suelen aparecer en situaciones así, lo que se vio fue una oleada de apoyo y cariño.

Comentarios como “Hatayspor, volverás más fuerte”, “No estoy enojado, gracias a Dios por nuestras vidas”, “Adiós Hatay, te extrañaremos” y “Nos veremos de nuevo en la Superliga” inundaron las publicaciones oficiales del club en Instagram y X (ex Twitter).

El terremoto que sacudió los cimientos de Hatayspor

Para entender tanto cariño, hay que retroceder a principios de 2023. En febrero de aquel año, la región de Hatay fue epicentro de uno de los terremotos más devastadores en la historia reciente de Turquía.

La tragedia generó miles de víctimas y golpeó de lleno al club: perdió a su director deportivo, Taner Savut, y a su futbolista Christian Atsu. Además, sufrió daños estructurales graves que obligaron al equipo a jugar como local lejos de casa.

El futbolista ghanés Christian Atsu fue una de las víctimas del terremoto que azotó a la región de Hatay (Getty Images)

Este contexto explica la consideración hacia un equipo que, si bien no pudo competir en igualdad de condiciones, decidió seguir adelante. Las consecuencias deportivas son claras: plantilla diezmada, crisis económica, falta de continuidad y un rendimiento insuficiente que hoy lo tiene al borde del descenso.