La derrota de Costa Rica ante Haití dejó al país futbolero en shock y a la Selección Nacional al borde de uno de los fracasos más duros de su historia reciente. Con apenas seis puntos en cinco partidos, la Tricolor ya no depende de sí misma para clasificar directamente al Mundial 2026 y ahora está obligada a vencer a Honduras el próximo martes en el Estadio Nacional, mientras ruega por una serie de resultados ajenos casi impredecibles.
En medio de esta tormenta deportiva, Miguel Herrera enfrentó los micrófonos con una presión inédita desde que llegó al país. La pregunta inevitable surgió: ¿renunciaría si Costa Rica queda fuera del Mundial?
¿Se irá Miguel Herrra si no clasifica al Mundial?
Con semblante serio y consciente del golpe anímico que sufrió la Selección de Costa Rica, Herrera no evitó la consulta, pero dejó claro que no será él quien tome la primera decisión: “Eso es decisión de los dirigentes. El martes veremos qué pasa”.
A pesar del duro golpe, el técnico mexicano insistió en que el equipo aún tiene una obligación que cumplir frente al país: ganar. Sabe que no hay otra opción y que después quedará esperar que los resultados externos acompañen.
“El martes tenemos que salir a ganar, sí, como dijo un compañero de ustedes, no dependemos de nosotros”, admitió, aceptando por primera vez de manera tan directa la dramática realidad: Costa Rica está al borde del abismo.
La Selección, entre la desilusión y la incertidumbre
Para clasificar de manera directa, Costa Rica necesitaría vencer a Honduras y esperar que Haití no derrote a Nicaragua. Incluso en caso de quedar segunda, el panorama es oscuro: la Tricolor debería esperar un verdadero milagro en los otros grupos para meterse entre los mejores segundos.
