Asociación Deportiva Guanacasteca y Santos de Guápiles se encuentran hace días en el centro de la polémica por diferentes causas que se desarrollan en paralelo y no dejan bien parado al fútbol de Costa Rica.
En primer lugar, la FIFA los está investigando por el supuesto amaño de un partido entre ambos que se disputó el pasado 20 de octubre, el cual ganaron 4-0 los guapileños y tuvo lugar en el Estadio Ebal Rodríguez.
Mientras se realizan entrevistas por esta causa, se abrió otra más por el posible ocultamiento de cambios importantes en las estructuras administrativas de Guanacasteca y Santos al Comité de Licencias de la Fedefútbol (Federación Costarricense de Fútbol).
Un futbolista de Alajuelense en medio del escándalo con la Fedefútbol
En el caso del equipo de Guápiles, se está intentando dilucidar cómo fue posible que lograra inscribir a fichajes extranjeros en el último mercado pese a estar moroso con Tributación y, además, obtuviera sus permisos de trabajo.
En este trámite podría haber intervenido Santos del Caribe, la nueva sociedad anónima que presuntamente administra al club, que tiene deudas en el sistema ATV (Situación Tributaria Virtual) por períodos de años recientes: 2021, 2022 y 2023, según pudo conocer El Mundo CR.
Pero el no haber saneado su situación financiera pareciera no haber sido impedimento para que llegaran el mexicano Miguel Basulto, tras finalizar su vínculo con Herediano, el canadiense Manjrekar James, cedido por Liga Deportiva Alajuelense o el panameño Juan Gerardo Villalobos, ex Árabe Unido.
Estas acusaciones, que vieron la luz gracias a la investigación de La Nación, está respaldada por los audios de los directivos y empresarios supuestamente involucrados que usted podrá escuchar aquí.
Uno de ellos es de Luis Diego Jiménez, fiscal de Santos del Caribe, quien insistió en que “nadie se entere” de los movimientos administrativos y financieros que ahora están bajo la lupa de la Fedefútbol.